With María
María
Cigarrillos encadenados
el gesto vehemente
surca la noche náufraga
enfangando su falda de raso
y luego vuela
su voz vuela
sus ojos velan
y vuelan
Su voz
domestica a los perros en los semáforos
y ni siquiera los monstruos
que habitan en el piélago
se atreven a atacar su alma de niña
cuando dice que no le sale del coño
que le sale de la piel
formar el mapa de una isla
habitada.
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